El calor extremo del verano acelera el desgaste de los neumáticos. Estas revisiones básicas desde el taller pueden marcar la diferencia en seguridad y rendimiento.
Con la llegada del aumento de las temperaturas, los neumáticos se enfrentan a condiciones más exigentes que pueden comprometer su rendimiento y, como no, nuestra seguridad personal en carretera. Para los talleres mecánicos, los neumáticos son una oportunidad clave para asesorar a sus clientes sobre la importancia de un mantenimiento adecuado.
De hecho, los neumáticos son la tercera causa de rechazo en la ITV. Según datos del Ministerio de Industria y Turismo (MINTUR) muestran que, durante el 2023, último año del que se tiene registro, las estaciones de ITV a nivel nacional detectaron 1.727.972 defectos graves en el capítulo de ejes, ruedas, neumáticos y suspensión; lo que equivale al 20,5% del total de fallos graves detectados.
Estos son los cinco puntos críticos que conviene revisar en los neumáticos
1. Presión del neumático: siempre en frío y ajustada al uso
La presión debe verificarse con el vehículo en frío, ya que el calor puede alterar las lecturas. Es esencial tener en cuenta no sólo las especificaciones del fabricante, sino también variables como la carga, la velocidad habitual o los trayectos largos. Un inflado incorrecto puede derivar en un desgaste prematuro o en un mayor consumo de combustible.
2. Profundidad del dibujo y desgaste uniforme
La legislación establece un mínimo de 1,6 mm en turismos, pero a nivel profesional se recomienda no bajar de los 3 mm para garantizar adherencia. También es importante detectar desgastes irregulares que podrían ser indicio de problemas mecánicos o de alineación.
3. Alineación y equilibrado: clave para una conducción segura
Un comportamiento anómalo del vehículo —vibraciones, tirones o desviaciones— puede deberse a un desequilibrio o una alineación incorrecta. Detectarlo a tiempo desde el taller evita consecuencias como desgaste irregular, aumento de las vibraciones, ruido excesivo o pérdida de efectividad en las frenadas.
4. Rueda de repuesto: no la olvides
Si el vehículo dispone de rueda de repuesto, esta debe revisarse periódicamente. Un neumático en mal estado, incluso si no está en uso, puede inutilizarse justo cuando más se necesita.
5. Inspección visual del estado superficial
Grietas, abultamientos, cortes o golpes son señales de alerta que no deben pasarse por alto. Una inspección visual desde el taller permite detectar riesgos potenciales antes de que se conviertan en fallos graves.
Además, el calor puede producir una mayor pérdida de presión a través de la válvula, ya que las altas temperaturas hacen que se dilate y se pierda aire.
“Como siempre destacamos, los neumáticos son el único punto que nos conecta con la calzada y de su estado depende que tengamos un viaje sin sobresaltos”, recuerda José Luis Rodríguez, director general de la Agrupación de Fabricantes de Neumáticos (Afane) en Antena 3.
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