Evita sustos en carretera con estas recomendaciones prácticas para conducir con tranquilidad en vacaciones.
Un año más, miles de coches saldrán a la carretera rumbo a sus destinos de vacaciones, ya sea la playa, la montaña o ese pueblo al que siempre apetece volver. En estos trayectos buscamos desconectar y disfrutar, por lo que el viaje en coche debe ser tranquilo y sin imprevistos. Para ayudarte a conseguirlo, aquí tienes cinco consejos clave para viajar en verano y para que tus días de descanso sean, precisamente, días de desconexión.
1. Revisa tu vehículo antes de salir
En verano, muchos coches recorren más kilómetros y se enfrentan a temperaturas elevadas, por lo que es fundamental revisar el vehículo antes de salir. Comprueba los niveles de líquidos, especialmente el refrigerante, y asegúrate de que no haya fugas. Es una operación sencilla que puedes hacer en casa.
Presta especial atención a los neumáticos, ya que son el único punto de contacto con la carretera. Verifica su presión, desgaste y estado general. Con el calor, la presión puede variar y un neumático en mal estado supone un riesgo importante.
Por último, no olvides revisar el aire acondicionado, tu mejor aliado en verano. Si no enfría correctamente, puede haber una avería. Para un uso más eficiente, utiliza el modo ventilación en climas secos y aire acondicionado en zonas húmedas.
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2. Planificar los trayectos con antelación
Salir a la carretera sin planificar puede jugar en tu contra. Evita las horas punta, consulta el GPS antes de salir y revisa bien la ruta para saber qué tipo de trayecto te espera.
Descansar bien antes de un viaje largo es clave. La falta de sueño afecta la vigilancia, el tiempo de reacción y puede provocar microsueños. La DGT recomienda descansar unos 30 minutos cada 200 km y aprovechar para estirar piernas y brazos.
No olvides revisar el nivel de combustible. Apurar la reserva solo genera estrés si no aparece una gasolinera y, además, puede dañar el motor al absorber impurezas del fondo del depósito.
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3. Evitar distracciones al volante
El móvil es uno de los mayores enemigos de la seguridad vial. Leer un mensaje, grabar un audio o manipular el GPS mientras conduces puede parecer inofensivo, pero en solo dos o tres segundos pueden suceder situaciones críticas e irreversibles.
Mantén el móvil fuera de tu alcance o utiliza sistemas manos libres y asegúrate de tener el GPS configurado antes de arrancar. Cada segundo de atención cuenta. En carretera, evita distracciones y «enfrentamientos» con otros vehículos, no merece la pena.
4. Asegura correctamente a los más pequeños
Los sistemas de seguridad de un vehículo —como el cinturón, el airbag o el reposacabezas— no están diseñados para proteger adecuadamente a los niños. Por eso es esencial utilizar sistemas de retención infantil (SRI) homologados y adaptados a su edad, peso y altura.
La Fundación CEA insiste en la importancia de usar correctamente estos sistemas, no solo porque son obligatorios, sino porque reducen un 75 % las muertes y hasta un 90 % las lesiones en caso de accidente.
Según la DGT, los accidentes de tráfico son la principal causa de muerte en menores de 14 años, y el 40 % de los niños fallecidos no llevaba ningún sistema de protección. No es solo una norma: es una cuestión de vida o muerte.
5. Mucho cuidado con el calor
El calor es un enemigo silencioso al volante. Para evitar la fatiga o un golpe de calor, es clave hidratarse bien, llevar ropa ligera, transpirable y cómoda, y utilizar calzado adecuado para conducir, incluso en verano.
En viajes largos, realiza paradas de al menos 10-15 minutos cada 2 horas o cada 200 km. Y si viajas con niños o mascotas, extrema las precauciones: ellos sufren antes los efectos del calor.
Conducir con temperaturas elevadas exige atención extra. Tu seguridad también depende del bienestar físico.
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