El Tribunal Regional de Stuttgart ha respondido a una demanda colectiva emitida por consumidores. En su veredicto del jueves, encontró que Mercedes-Benz usó dispositivos ilegales para controlar las emisiones en sus modelos diésel GLC y GLK.
Este hecho abre otro capítulo en el escándalo de manipulación de emisiones, conocido como «dieselgate». La demanda, iniciada por la Federación Alemana de Organizaciones de Consumidores (VZBV) hace tres años, indica que aproximadamente 2,800 personas se vieron afectadas, según reportes de Dpa y Bloomberg.
La Autoridad Federal de Transporte Motorizado (KBA) ya había señalado la existencia de estos dispositivos ilícitos, diseñados para reducir la eficacia del sistema de purificación de emisiones en ciertas condiciones. Mercedes, sin embargo, había rechazado estas acusaciones anteriormente.
Este caso recuerda al proceso legal que enfrentó Volkswagen en 2020, resultando en un acuerdo económico de 830 millones de euros en favor de los consumidores perjudicados.
No se Planifican Compensaciones Directas
Aunque el tribunal acogió parcialmente la demanda contra Mercedes, la compañía ha indicado su intención de apelar, argumentando diferencias con la interpretación legal del tribunal y considerando las demandas como sin fundamento.
Bloomberg menciona que, debido a este fallo, los propietarios de los vehículos implicados no recibirán compensaciones directas. En lugar de ello, deben iniciar demandas individuales contra Mercedes y esperar el resultado de la apelación anunciada por la empresa.
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